13 diciembre 2012

MINICRÍTICAS CINE CLÁSICO: DE AQUÍ A LA ETERNIDAD


   Un clásico americano por excelencia y un éxito rotundo de público y crítica, son las cartas de presentación de esta maravilla. De hecho, sin un lanzamiento publicitario importante como era habitual en Hoollywood, desde el mismo día del estreno la gente se agolpaba en las colas de los cines para verla, para acabar a finales de los años 50 como una de las películas más taquilleras de la década. También los Oscars ayudaron con nada menos que 11 nominaciones y 8 estatuillas, incluidos los premios principales (salvo el de sus tres principales, Lancaster, Kerr y Clift, que se quedaron sin premio). Sí lo consiguieron por su parte, Frank Sinatra por su memorable interpretación y Donna Reed, ambos en la categoría de mejor secundario masculino y femenino.


   Además de una obra maestra en sí misma, esta película supuso un decidido alegato a favor de la libertad de expresión en plena época maccarthista, gracias entre otras cosas, a un trasforndo evidente de crítica a la institución militar, basada en una novela que no obstante, contenía diálogos deliberdamente soeces y escenas sexuales de inusitado realismo para la epoca. Sin embargo, la adaptación al cine supuso en primer lugar, una clara autocensura (de Taradash) y en segundo lugar, la imposición de una línea argumental suavizada (por parte del ejército y el Código de Producción), que permitiera un resultado final más llevadero para el puritano público norteamericano. De hecho, la famosísima escena de la playa, fue debidamente cortada por todos aquellos sitios que estas nobles instituciones consideraron oportuno, aunque Zinnemann imprimió tanto cartácter a esta y otras muchas escenas, que la fuerza de la sutileza superó en dramatismo a la a veces tosca evidencia, logrando finalmente el efecto contrario al deseado por los censores.

   En definitiva, se trata de un clásico por excenlencia y por excelente. En primer lugar, por el altísimo nivel interpretativo de su impresionante elenco, donde en mi opinión destaca sobre todo Frank Sinatra en el papel que suponía el todo o nada en su carrera y por el que al parecer, lucho denodadamente incluso recurriendo a sus amigos de la Cosa Nostra... Coppola se basó en él para el personaje Jhonny Fontane de El Padrino (el mismo que provoca que finalmente aparezca una cabeza de caballo en la cama de un productor de Hoollywood). Sin embargo, la sensibilidad de Monty Clift, la presencia y personalidad de Lancaster y una Deborah Kerr que nunca estuvo tan sugerente, no le andaron a la zaga en un film con un guión portentoso dirigido con mano firme y repleto de personalidad.

   No se ve, se devora.


FICHA:
DE AQUÍ A LA ETERNIDAD. From here to eternity
USA. 1953. 118' B/N
Fred ZINNEMANN

Productor: Buddy Adler
Guión: Daniel Taradash, basado en la novela de James Jones
Fotografía: Burnett Guffey
Música: George Dunning
Montaje: William Lyon

Burt Lancaster: Sgt. Milton Warden
Deborah Kerr: Karen Holmes
Montgomery Clift: Robert E Lee Prewitt
Frank Sinatra: Angelo Maggio
Donna Reed: Alma Lorente
Ernest Borgine: Sgt. "Fatso" Judson
Philip Ober: Capt. Dana Holmes
Jack Warden: Cpl. Buckley

3 comentarios :

Hacía mucho Roy... Tengo tantas asignaturas pendientes con el cine clásico que te diría que me la apunto para verla, pero es muy posible que la haya visto o que nunca la vea. Lo que veo claro es que valoro tu crítica y más tu pluma, la del lápiz, digo...

Hacía mucho Roy... Tengo tantas asignaturas pendientes con el cine clásico que te diría que me la apunto para verla, pero es muy posible que la haya visto o que nunca la vea. Lo que veo claro es que valoro tu crítica y más tu pluma, la del lápiz, digo...

Gracias por el post Roy. Nostalgia de tiempos inocentes.

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