Como prometimos, cerramos el "top ten" de los Sex Symbols de los 80 que iniciamos la semana pasada, en esta ocasión con las que seguramente sean las 5 principales, aunque como avisamos siempre, en primer lugar, para gustos los colores, y en segundo lugar, el orden de los factores no altera el producto.
5. Debra Winger
El caso de esta magnífica actriz de arrebatadora presencia es tan especial que hasta "protagonizó", si ha de decirse de esta forma, un documental en 2002 realizado por la también actriz Rosanne Arquette, titulado "Buscando a Debra Winger". De ser una de las estrellas más reconocidas de su generación, de una belleza natural y sin ningún pudor para mostrarla, pasó al obstracismo más absoluto a partir de los 90. El documental nos cuenta como las actrices más valoradas pierden todo su caché, cuando pasan de una edad, no abusan del bisturí y son fieles a sí mismas, es decir, habla de Debra Winger y algunas otras.
No obstante, pasó como tantas, de una dura formación en TV al cine y cubrir una de las décadas -la de los 80- más fructíferas para una actriz que se recuerdan. Sin duda, su aparición en "Oficial y Caballero" (1982), birlando el protagonismo a todo aquel que se puso por delante, incluyendo a su chulesco compañero Richard Gere (que hay que reconocerlo, obtuvo con este film el espaladarazo definitivo al estrellato), la catapultó a lo más alto, para rematarlo solo un año después con el dramón "La fuerza del Cariño" (1983), rodeada de números uno y de premios Oscar (ella logró una nominación).
Lo que vino después es hasta más de una película al año de protagonista absoluta o junto a los más importantes: Robert Redford en "Peligrosamente juntos" (1986), a las órdenes de Bob Rafelson en "El caso de la viuda negra" (1987), del grandísimo Costa-Gavras -del que hablamos hace tan poco- en una película con muchos más atractivos de los que se reconocieron en su momento, "El Sendero de la Traición" (1988), junto a Nick Nolte en "Todo el mundo gana" (1989) y finalmente, protagonizando totalmente "El cielo Protector" (1990) bajo las órdenes de Bernardo Bertolucci, en lo que sin duda es su cima como actriz, en otro film igualmente incomprendido cuando se estrenó y que llevaba a la gran pantalla la difícil adaptación de la novela de Bowles.
En los 90, su carrera comienza a flojear tras algunos intentos fallidos, como "Una mujer peligrosa" o "Tierras de Penumbra" junto a Anthony Hopkins y bajo la batuta de Richard Attenborough y finalmente, con el último intento de rescate por parte de Billy Crystal con "Olvídate de París" en 1995.
Fiel a su estilo, ha envejecido de manera natural sin recurrir al cirujano plástico y quizás por ello, su presencia empezó a no ser cotizada y solo ser reclamada de vez en cuando (de vuelta) a la televisión. Una pena aunque siempre es grato recordar su presencia en tantas películas clave -por la razón que sea- de nuestra adolescencia.
No obstante, pasó como tantas, de una dura formación en TV al cine y cubrir una de las décadas -la de los 80- más fructíferas para una actriz que se recuerdan. Sin duda, su aparición en "Oficial y Caballero" (1982), birlando el protagonismo a todo aquel que se puso por delante, incluyendo a su chulesco compañero Richard Gere (que hay que reconocerlo, obtuvo con este film el espaladarazo definitivo al estrellato), la catapultó a lo más alto, para rematarlo solo un año después con el dramón "La fuerza del Cariño" (1983), rodeada de números uno y de premios Oscar (ella logró una nominación).
Lo que vino después es hasta más de una película al año de protagonista absoluta o junto a los más importantes: Robert Redford en "Peligrosamente juntos" (1986), a las órdenes de Bob Rafelson en "El caso de la viuda negra" (1987), del grandísimo Costa-Gavras -del que hablamos hace tan poco- en una película con muchos más atractivos de los que se reconocieron en su momento, "El Sendero de la Traición" (1988), junto a Nick Nolte en "Todo el mundo gana" (1989) y finalmente, protagonizando totalmente "El cielo Protector" (1990) bajo las órdenes de Bernardo Bertolucci, en lo que sin duda es su cima como actriz, en otro film igualmente incomprendido cuando se estrenó y que llevaba a la gran pantalla la difícil adaptación de la novela de Bowles.
En los 90, su carrera comienza a flojear tras algunos intentos fallidos, como "Una mujer peligrosa" o "Tierras de Penumbra" junto a Anthony Hopkins y bajo la batuta de Richard Attenborough y finalmente, con el último intento de rescate por parte de Billy Crystal con "Olvídate de París" en 1995.
Fiel a su estilo, ha envejecido de manera natural sin recurrir al cirujano plástico y quizás por ello, su presencia empezó a no ser cotizada y solo ser reclamada de vez en cuando (de vuelta) a la televisión. Una pena aunque siempre es grato recordar su presencia en tantas películas clave -por la razón que sea- de nuestra adolescencia.
4. Jessica Lange
Bueno, es probable que Jessica Lange pase a ser recordada por dos películas y no precisamente por su demostración interpretativa en las mismas: "King Kong" (esta es de los 70, 1976) y "El cartero siempre llama dos veces" (1981). No obstante, es su sensualidad la que sustenta principalmente a la primera y justifica gran parte de la segunda.
De hecho, Jessica Lange es de lo poco que no hace añorar la versión de 1946 (1) a pesar de contar con David Mamet como guionista. Realmente se nos antoja una "ama de casa" de lo más atractiva, con esos delantales y "ropa para cocinar" escondiendo medias y ligero. No nos extraña, que alguien tan desequilibrado como suelen ser los personajes de Jack Nicholson, pierda la cabeza por esta mujer del prójimo.
Lo cierto es que su arrebatadora presencia y metéorico ascenso la llevó a protagonizar películas de prestigio, cada vez más alejadas de cualquier frivolidad y explotación de su potente imagen, tales como "All That Jazz" (esta también en los 70), "Tootsie" (1982), "Frances" (1982), "Cuando me enamoro" (1984) y finalmente, quizás su cumbre como actriz con "La Caja de Música" (1989), una gran película del maestro griego Costa-Gavras (y guión del siempre rentable Joe Eszterhas), que narra la historia de una abogada que decide defender a su padre de las horrorosas acusaciones de la que es objeto, como posible antiguo colaborador de los nazis en la Hungría ocupada de la Segunda Guerra Mundial-.
Desde entonces no ha podido quejarse, no le ha faltado el trabajo y ha colaborado con gente del cine muy, muy importante: Scorsese, de Niro y Nolte en "El Cabo del Miedo" (1991), con Liam Neeson en "Rob Roy" (1995), con Michelle Pfeifer y Jason Robards en "Heredarás la tierra" (1997) o con Tim Burton en "Big Fish" (2003), por poner unos ejemplos.
Ha visto pasar los años muy bien, aunque es cierto que en los últimos tiempos, quizás en un intento de última hora como muchas otras y de forma errada, ha recurrido a algunos excesos del bisturí que han acortanado su gesto.
3. Michelle Pfeiffer
Lo cierto es que su arrebatadora presencia y metéorico ascenso la llevó a protagonizar películas de prestigio, cada vez más alejadas de cualquier frivolidad y explotación de su potente imagen, tales como "All That Jazz" (esta también en los 70), "Tootsie" (1982), "Frances" (1982), "Cuando me enamoro" (1984) y finalmente, quizás su cumbre como actriz con "La Caja de Música" (1989), una gran película del maestro griego Costa-Gavras (y guión del siempre rentable Joe Eszterhas), que narra la historia de una abogada que decide defender a su padre de las horrorosas acusaciones de la que es objeto, como posible antiguo colaborador de los nazis en la Hungría ocupada de la Segunda Guerra Mundial-.
Desde entonces no ha podido quejarse, no le ha faltado el trabajo y ha colaborado con gente del cine muy, muy importante: Scorsese, de Niro y Nolte en "El Cabo del Miedo" (1991), con Liam Neeson en "Rob Roy" (1995), con Michelle Pfeifer y Jason Robards en "Heredarás la tierra" (1997) o con Tim Burton en "Big Fish" (2003), por poner unos ejemplos.
Ha visto pasar los años muy bien, aunque es cierto que en los últimos tiempos, quizás en un intento de última hora como muchas otras y de forma errada, ha recurrido a algunos excesos del bisturí que han acortanado su gesto.
3. Michelle Pfeiffer
Con Michelle Pfeiffer, ya que nos estamos deteniendo en parte en atributos no exactamente artísticos, hay que aclarar de cual de las diferentes Michelle Pfeiffer estamos hablando, porque de todas las que hemos tratado en estos dos post, es probable que sea la que más ha abusado de la cirugía estética. Es como una especie de precursora de Nicole Kidman, e internet está llena de imagenes típicas de "antes y después" referidas a la Pfeiffer. De todas formas, hay que reconocer que al menos lo ha hecho bien hasta hace bien poco, supongo que porque llegado un determinado momento, lo irreversible es mejor dejarlo quieto...
No obstante, y aunque no es mi caso, hay que reconocer que cuenta con una verdadera legión de seguidores desde hace mucho tiempo (y entre los que entiendo ya no se encuentran los más jóvenes). De esta forma, y como nosotros nos estamos deteniendo en los 80, su aparición en varios films de la época la conviritieron en una sex symbol de caracter universal sin paliativos.
En primer lugar gracias a "El precio del Poder" (1983), el remake de "Scarface" (1932) del rey de los remakes, Brian de Palma, donde consigue ser el único reposo para el desmesurado Pacino de este film. Fue su lanzamiento al estrellato y a partir de entonces, nunca paró de trabajar y explotar, mientras pudo, su imagen de devoradora de hombres; pero insistimos, la Pfeiffer de este film no parece la misma persona de la Pfeiffer posterior.
Posteriormente, fue "Lady Halcon" (1985) en una película más bien pequeña para la que funcionó de manera ejemplar el boca a boca, hasta convertirse en un film visto por casi todo el mundo. Luego se puso entre medias de todos los hombres en "Dulce Libertad" (1986) a las órdenes de Alan Alda (el de la serie "Mash"), fue una de "Las Brujas de Eastwick" (1986) junto a dos iconos más (Susan Sarandon y Cher) y un más histriónico que nunca Jack Nicholson interpretando al diablo (o a sí mismo, no se sabe muy bien).
Y para rematar la década y sin complejos de explotación de su imagen de objeto sexual, interpreto 4 películas, algunas de ellas autentíquísimos pelotazos: con Jonathan Demme estuvo en "Casada con todos" (1988) y con Stephen Frears en la que su momento se consideró un verdadero impacto, en "Las amistades peligrosas" (1988). Es probablemente uno de sus mejores trabajos, aunque es cierto que para muchos se convirtió, por lo que fuera, en imprescindible, cuando la vieron en "Los fabulosos Baker Boys" (1989) junto a los Bridges Brothers... La verdad es que su escena cantando sobre un piano enfundada en una traje de seda rojo, dejaba pocas dudas de hasta que punto era consciente de su potencial. En fin, como diría mi abuela, "lo que se van a comer los gusanos, que lo disfruten los cristianos". La última película importante de la década, sin duda, fue "Conexión Tequila" (1988) donde la testosterona masculina choca irremdiablemente con las hormonas femeninas en un cocktail que no tenía mucho más, salvo acción gratuita de todo tipo. El resultado, miles de millones de euros recaudados en taquilla gracias a un producto, probablemente poco más que insignificante.
Lo cierto es que la carrera de Pfeiffer, no hizo sino continuar durante muchos años por la senda del éxito, sino conseguía un taquillazo, trabajaba con los más importantes, cuando no conseguía por sí sola llevar a la gente al cine. "Batman Vuelve" (1992) de Tim Burton, "La Edad de la Inocencia" (1993) de Scorsese y "Mentes peligrosas" (1995), respectivamente, son ejemplo de cada una de estas tres características de su trayectoria. "La Casa Rusia" con Connery, "Franky y Jhonny" otra vez con Pacino, "Lobo" otra vez con Nicholson o "Intimo y personal" con Robert Redford, podrían valer también de ejemplo. En definitiva, buen currículum hay que reconocerlo.
2. Kim Basinger
Y para rematar la década y sin complejos de explotación de su imagen de objeto sexual, interpreto 4 películas, algunas de ellas autentíquísimos pelotazos: con Jonathan Demme estuvo en "Casada con todos" (1988) y con Stephen Frears en la que su momento se consideró un verdadero impacto, en "Las amistades peligrosas" (1988). Es probablemente uno de sus mejores trabajos, aunque es cierto que para muchos se convirtió, por lo que fuera, en imprescindible, cuando la vieron en "Los fabulosos Baker Boys" (1989) junto a los Bridges Brothers... La verdad es que su escena cantando sobre un piano enfundada en una traje de seda rojo, dejaba pocas dudas de hasta que punto era consciente de su potencial. En fin, como diría mi abuela, "lo que se van a comer los gusanos, que lo disfruten los cristianos". La última película importante de la década, sin duda, fue "Conexión Tequila" (1988) donde la testosterona masculina choca irremdiablemente con las hormonas femeninas en un cocktail que no tenía mucho más, salvo acción gratuita de todo tipo. El resultado, miles de millones de euros recaudados en taquilla gracias a un producto, probablemente poco más que insignificante.
Lo cierto es que la carrera de Pfeiffer, no hizo sino continuar durante muchos años por la senda del éxito, sino conseguía un taquillazo, trabajaba con los más importantes, cuando no conseguía por sí sola llevar a la gente al cine. "Batman Vuelve" (1992) de Tim Burton, "La Edad de la Inocencia" (1993) de Scorsese y "Mentes peligrosas" (1995), respectivamente, son ejemplo de cada una de estas tres características de su trayectoria. "La Casa Rusia" con Connery, "Franky y Jhonny" otra vez con Pacino, "Lobo" otra vez con Nicholson o "Intimo y personal" con Robert Redford, podrían valer también de ejemplo. En definitiva, buen currículum hay que reconocerlo.
2. Kim Basinger
Podemos comenzar con Kim Basinger, haciéndonos una pregunta bastante básica: ¿era realmente una actriz cuando comenzó en esto del cine? probablemente la respuesta es muy clara, no. De hecho era una modelo de éxito cuando se convirtió en chica Bond -no podía ser de otra manera, ya que en los casting de la franquicia del agente inglés, parecen buscar dotes de otro tipo que las interpretativas, en las actrices-. Fue en 1983, con "Nunca digas nunca jamás" , junto a Sean Connery y aunque en ocasiones parezca un tabú decir estas cosas, ya nos olía un poco raro que una chavala (aunque ya tenía 30 años) de estas características, perdiera los papeles por un galán de otra época... Cosas del cine.
Posteriormente, se fogeó en dos películas no sin cierta relevancia ("El Mejor" con Redford y "Locos de Amor" de Robert Altman) hasta que finalmente, en 1985 conseguiría el papel protagonista de un pelotazo de tamaño gigantesco que inauguró algo así como el erotismo de diseño en el cine, como no podía ser de otra forma, estando el cargante Adrian Lyne detrás de las cámaras.
Efectivamente, "9 semanas y media" debía todo a una pareja de actores que explotaron toda su química delante de la pantalla (aunque se odiaran detrás de ella), a la personalidad evidente de un Mickey Rourke en la cima de su fama y finalmente, y al cuerpazo de su protagonista femenina. En concreto, el striptease que se marca la Basinger ha pasado a la historia del cine como un icono (por mucho que algunos se hagan cruces) y posiblemente reportó a Joe Cocker el mayor éxito de su carrera (aunque un par de años antes ya se había salido con la BSO de la comentada "Oficial y Caballero" con "Up where we belong"):
Posteriormente, se fogeó en dos películas no sin cierta relevancia ("El Mejor" con Redford y "Locos de Amor" de Robert Altman) hasta que finalmente, en 1985 conseguiría el papel protagonista de un pelotazo de tamaño gigantesco que inauguró algo así como el erotismo de diseño en el cine, como no podía ser de otra forma, estando el cargante Adrian Lyne detrás de las cámaras.
Efectivamente, "9 semanas y media" debía todo a una pareja de actores que explotaron toda su química delante de la pantalla (aunque se odiaran detrás de ella), a la personalidad evidente de un Mickey Rourke en la cima de su fama y finalmente, y al cuerpazo de su protagonista femenina. En concreto, el striptease que se marca la Basinger ha pasado a la historia del cine como un icono (por mucho que algunos se hagan cruces) y posiblemente reportó a Joe Cocker el mayor éxito de su carrera (aunque un par de años antes ya se había salido con la BSO de la comentada "Oficial y Caballero" con "Up where we belong"):
Posteriormente, Kim Basinger siguió explotando (posiblemente no la dejaron otro remedio) su físico de manera evidente en cada una de las películas que interpretaba: con Richard Gere de compañero, otro sex symbol, interpretó la insignificante "Atrapados sin salida" (1986) donde lo único que realmente parecía importar eran los revolcones de la pareja (eso sí, con el peligro acechando). Lo cierto es que aprendió a aprovechar su momento y cada vez con más brillantez (olvidemos por favor, "Mi novia es una extraterrestre"), explotó su vena cómica con películas tan apreciables como "Nadine" (1987) junto a nuestro querido Jeff Bridges y bajo la batuta de Robert Benton y sobre todo "Cita a ciegas" (1987) junto a otro buen actor cómico, Bruce Willis, y dirigida por alguien tan importante como Blake Edwards, donde realmente, además de estar muy, muy buena, está muy graciosa. Para finalizar la década de los 80, nada menos, se convirtió en la novia del "Batman" de Tim Burton, en la que para mí, se trata de una película fallida, pero no por ello menos exitosa (se hicieron no se cuantas secuelas, aunque la nueva saga de Christopher Nolan haya dejado en pañales a este antecedente tan ilustre).
Posteriormente, ya en los 90 consiguió seguir estar en primera línea a duras penas (quizás por "culpa" de su marido, Alec Baldwin, con el que se embarcó en algunos proyectos que no tuvieron mucha suerte), hasta que finalmente se destapó como actriz con mayúsculas en la obra maestra de Curtis Hanson, "L.A. Confidential" (1997), film que la rescató para el cine ahora sí, como decíamos, como actriz de primera línea (ganó el Oscar a la mejor actriz secundaria por su papel y multitud de premios más); luego vinieron películas como "8 millas" (2002), "Una mujer difícil" (2006) otra vez con Bridges o "Lejos de tierra quemada" (2008).
La verdad es que a las puertas de cumplir 60 años no se conserva nada mal, pero es difícil pensar que lo haya conseguido gracias a las cremas y la buena alimentación. En fin, ahora que hasta se la considera una actriz teniendo en cuenta sus inicios, esto es lo de menos.
Posteriormente, ya en los 90 consiguió seguir estar en primera línea a duras penas (quizás por "culpa" de su marido, Alec Baldwin, con el que se embarcó en algunos proyectos que no tuvieron mucha suerte), hasta que finalmente se destapó como actriz con mayúsculas en la obra maestra de Curtis Hanson, "L.A. Confidential" (1997), film que la rescató para el cine ahora sí, como decíamos, como actriz de primera línea (ganó el Oscar a la mejor actriz secundaria por su papel y multitud de premios más); luego vinieron películas como "8 millas" (2002), "Una mujer difícil" (2006) otra vez con Bridges o "Lejos de tierra quemada" (2008).
La verdad es que a las puertas de cumplir 60 años no se conserva nada mal, pero es difícil pensar que lo haya conseguido gracias a las cremas y la buena alimentación. En fin, ahora que hasta se la considera una actriz teniendo en cuenta sus inicios, esto es lo de menos.
Y para finalizar y no por casualidad, hemos elegido a Kathleen Turner. Por capricho personal en primer lugar y por lo que su caso tiene de paradigmático, en segundo. No obstante, ha pasado de ser una mujer (a "esta hembra" me da respeto llamarla "chavala") de armas tomar, de una belleza natural indudable, un tanto amenzante, siempre lista para someter a sus compañeros masculinos (vestida o desnuda), a ser una mujer madura con muchos kilos de más y físicamente solo una sombra de lo que fue, aunque su talento no haya decaído -si atendemos a que el teatro en su decadencia física, la ha tratado muy bien-.
Además, que se trata de una mujer de carácter no hay ninguna duda por formación (hija de diplomático que habla varios idiomas con una voz que para sí hubiera querido Bogart) y por vocación (sus papeles no dejan lugar a dudas como vamos a ver).
Y en última instancia, como paradigma, es necesario recordar que en los 80 fue una número uno, "cabeza de cartel" e imprescindible en el cine de la época (en el de calidad y en el de "cantidad"). Para muestra un "BOTÓN" con mayúsculas: su debut en el cine, fue "Fuego en el cuerpo" (1981), otro de los iconos eróticos de la década, a diferencia de otros (como "9 semanas y media"), no sólo por sus escenas y por la Turner, sino también por la inmensa calidad de la película, un sincero homenaje a todo lo mejor del cine negro americano: una mujer fatal con "fuego en el cuerpo" que consigue hacer sentir a su amante como nunca imaginó, para conseguir de él asesinar a su marido. Nada nuevo, pero que peliculón! Y ella, una debutante de 27 años que recibe halagos del calibre que recordamos en este post o que agarra (en el sentido literal del término) a su amante por el miembro -o pene- para arrastarle a un poco más de sexo, definitivamente se quedó en las mentes (sucias y limpias) de todos los que atónitos, asistieron a su espectáculo (el bueno de William Hurt incluído).
En fin, era solo el principio porque 2 años después (y tras hacer babear al tonto de Steve Martin en una tontería, vale la redundancia, llamada "Un genio con dos cerebros"), volvió a dar el pelotazo con "Tras el corazón verde", una especie de copia algo irónica de Indiana Jones donde la química con Michael Douglas y la réplica de Danny de Vito, la convertiría en numero uno en las taquillas de medio mundo. Tenía el futuro asegurado... y lo aprovechó: trabajó con uno de los más grandes de la historia, John Huston, en "El Honor de los Prizzi" (1985) junto a Jack Nicholson en otra película negra ejemplar y bajo la batuta de Coppola en "Peggy Sue se casó (1986), aunque esta película fue "entendida" por pocos cuando se estrenó. Lo cierto es que posiblemente de manera inesperada esta última película la trajo unos años malos al estar en películas que no resultaron lo que se esperaba: "Julia & Julia" (1987) o "Interferencias" (1988). Pero haciendo honor a su personalidad, supo reponorse rápidamente.
Le bastó simplemente su voz para dar vida a otro personaje icónico de los 80, Jessica Rabbit. Sí, la conejita devora hombres de dibujos animados. Culminó la década con dos películas importantes, aunque no a la altura de sus primeros años: "El turista accidental"(1988) otra gran película de Lawrence Kasdan (el responsable de su debut en "Fuego en el Cuerpo) y "La Guerra de los Rose" (1989) de nuevo junto a Michael Douglas y DeVito (la película fue más bien una "perpetración" de este último), film del que se esperaba mucho y no que fue para tanto, aunque recaudara lo suficiente como para acabar los 80 en la cima (este magnífico trío ya había vuelto a colaborar en la secuela de "Tras el corazón Verde", "La Joya del Nilo" en 1985).
Aunque lo parezca, no nos hemos olvidado de que solo 3 años después de su erótico debut, volvió a quitarse la ropa y demostrar su dominio del cuerpo (propio y ajeno) con "La pasión de China Blue" (1984) donde interpretaba a la típica prostituta / mujer pudiente de doble vida. En realidad, hubiera sido una película infumable, del infumable Ken Russell, sino hubiera sido por Kathleen Turner.
En parte víctima de su propia imagen, los años 90 y sucesivos no trataron bien a Kathleen Turner en el cine, aunque ella supo adaptarse bien a las circunstancias (incluso pasando de lo que le ocurría a su cuerpo, de forma natural, con el paso de los años). Como decíamos encontró en el teatro un buen refugio y aparecía en la TV para dar prestigio a la misma (desde "Friends" hasta "Californication" pasando por "Los Simpson").
En fin, esta era la lista final. Espero que os haya gustado... votar a quien preferís o sentíos totalmente libres -faltaría más- de decir quién sobra y quién falta.
(1) La primera versión cinematográfica de la novela de James M. Cain, fue la que realizó Luchino Visconti en Ossessione, en 1942.
3 comentarios :
Señor Roy, gran post! Tan riguroso que supongo que tendrá sus motivos para no haber incluido a algunas de las señoras/señoritas que no están. Si el criterio es cinematográfico entendería perfectamente que no incluyerá ni a Bo Derek ni a Kelly Lebrock; dos pivones en toda regla que no destacaron precisamente por sus dotes representativas, artísticas sí, porque eran dos monumentos. En el caso de la segunda tengo que reconocer que me dejó impactado durante una larga temporada y se puede imaginar usted que un schock a esas edades provoca efectos secundarios -físicos y psíquicos-.
Si el criterio para la lista fuera de madurez, también podría entender que una jovencísima Jodie Foster no fuera incluida (con 16 añitos sería delito enseñar un pecho), pero en "Acusados" ya apuntaba maneras. Es cierto que se podría discutir si podría ser considerada como sex symbol, pero... cuestión de gustos.
¿Qué le parece Farrah Fawcett? Es cierto que nunca estuvo a la mínima altura cinematográfica exigida, pero tenía su aquel.
También en los 80 una jovencísima Sharon Stone quería despuntar en películas de aventuras tan típicas de la época: “Las minas del rey Salomon”, “Quatermain…” y a finales de década se destapó del todo sus SEN y sexualidad, ¿qué les pareció “Sangre y Arena”? Pésima película pero desbordando erotismo por los cuatro costados, ya empezando la nueva década: “Desafío Total” con el amigo Paul Verhoeren -director que por cierto, merecería una entrada de blog-.
Acabo ya mis propuestas con Daryll Hannah, películas de poco calado en los 80, a destacar sólo “Un, dos, tres,…Splash”; película quizás imposible de recordar si no es porque por allí pasaba Tom Hawks. Ya sobrepasados sus cuarenta años se puede decir, que ha ganado con el tiempo…físicamente, como actriz aún no se le conocen virtudes.
Como siempre, GRACIAS!
Gracias a tí por tanto aporte! Bo Derek no me hacía tanto, pero la señora de Seagal (sí, la Lebrock) era un pedazo de tía cuyo talento era inversamente proporcional a lo buena que estaba.
En cuanto a Jodie Foster a mí me cuesta un poco situarla en este ranking, no la veo demasiado aunque es cierto que tenía un morbo importante que incluso ha ido subiendo en algunos momentos, con los años.
La Fawcett yo creo que es más de los 70, ¿no? y luego claro la Stone, madre mía! lo que ocurre es que es en realidad la sex symbol de los 90 y la última de una especie... Por cierto, que sigo esperando tus teorías sobre el tema, por si te sirve de avanzadilla, yo creo que en realidad, este es un término desfasado que ya no aplica... por ejemplo, a nuestras 10 buenas actrices 10, son otra cosa.
Estas que hemos nombrado entre todos son de otra época y quizás, no se, la Stone sea la última de ellas (que por cierto demostró que también podía ser una actriz buenísima en "Casino").
PD: con lo de Verhoeven tienes toda la razón...
Por cierto, ¿has votado?
Madre mía, que bueno, no te has dejado nada en el tintero. Pues la verdad es que con tu repaso y el complemento del Gunde, me habeis dejado fuera de juego. Coincido tanto con la aportación como con el ranking. Teniendo en cuenta que todas ellas han demostrado su talento con cada uno de los trabajos que hicieron, yo haría otra clasificación, por carga sexual y por belleza y personalmente la Bassinger y la Turner lo tienen o lo tenían todo. Sólo de pensar lo borrico que me ponía viendo 9 Semanas y Media, Fuego en el Cuerpo y la Pasión de China Blue, se pone la piel de gallina por no decir que me pongo to pinocho. Recopilación perfecta y muy bien documentada y por dar mi granito de arena a este repaso, sólo mencionar a Lisa Bonet, que aparte de su interpretación en Los Cosby no hizo gran cosa pero sólo con la escena del polvo salvaje en El Corazón del Ángel con Mickey Rourke se ganó el cielo en mi top personal de aquella época
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