Por la noche la ciudad era encorbada, como la espalda de una vieja artrítica,
las ventanas de los edificios eran mil ojos apuntando a un solo sitio, a mi casa, a mi puerta.
Cada día,
por el día,
salía envuelto con un trocito de esa oscuridad que me había invadido la noche anterior,
pasaba inadvertido entre las miradas de los transeúntes que se esparcían derramadas
por las calles,
por las calles,
entre los dedos acusadores que me apuntaban con sus pistolas sin balas.
Y en aquellas calles, entre Hilarión Eslaba y Donoso Cortés,
en el camino entre mi puerta y su ventana,
la encontré,
la cogí de la mano,
me agarré a su cintura,
nos besamos,
una vez más,
como cada día,
por el día.
Se hace de noche,
las moscas revolotean sobre las alcantarillas,
vuelvo a casa,
vuelvo a ser yo mismo,
quién soy yo?
La necesito.
2 comentarios :
muy bueno compañero, esperamos las siguientes entregas.
Jc
como cada día,
por el día...
"espero que caiga la noche" (...)
Amor!
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